El reciclaje protege el medio ambiente al reducir la necesidad de extraer, procesar y refinar materiales naturales, y beneficia a toda la humanidad y a las generaciones futuras al preservar los preciosos recursos naturales de la Tierra.

Por ejemplo, los materiales no orgánicos posteriores a la cremación están clasificados como “desechos peligrosos” por la EPA. Según el Título 40 del Código de Regulaciones Federales de los Estados Unidos deben ser eliminados adecuadamente.

El reciclaje responsable de la chatarra de metales preciosos ayuda a conservar los recursos naturales que se destruyen durante las prácticas mineras. La extracción de metales tiene un impacto negativo en el medio ambiente a través de la erosión del suelo, la contaminación de las aguas superficiales, las aguas subterráneas y el suelo. También puede contribuir a la fuga de productos químicos en la zona, lo que afecta negativamente a la salud de los residentes locales. La contaminación del aire es otro motivo de preocupación. En algunos procesos de minería, las emisiones de gases pueden liberarse a la atmósfera causando niveles elevados de contaminantes nocivos en la misma.

Invertir en las tecnologías y técnicas de refinación más avanzadas nos permite generar los mayores rendimientos posibles, recuperando más metales preciosos en el proceso de refinación, lo que nos convierte en la mejor opción ambiental.